viernes, 31 de julio de 2009

La geometría de las cosas cotidianas


Las paredes, las celosías







Una sombrilla











Un toldo


Cualquier cosa de nuestro entorno adquiere otro sentido , otra interpretación, cuando las sacas de su contrexto cotidiano , las acercas , las divides , las dejas reducidas a una mera conjunción de planos y colores.
Entonces y solo entonces comienzas a atar cabos; tus ojos descubren el sentido. la armonía y entiendes tantas cosas......


domingo, 5 de abril de 2009

Una rosa

Una rosa es una rosa es una rosa es una rosa....(Gertrude Stein)... ¿o quizas no?





miércoles, 1 de abril de 2009

martes, 17 de marzo de 2009

Olvidadas en un cajón, ocultas en un armario, en un vasar...las cosas nos esperan, aguardan pacientes a que nos acordemos de ellas y decidamos ponernos esa chaqueta que hace tiempo que no usamos , que decidamos pintarnos las uñas o que sintamos sed, hambre y las saquemos de su encierro. A veces me pregunto que son las cosas , en que se convierten cuando ya no se usan para lo que sirven....





viernes, 13 de marzo de 2009

Cosas





Cosas

A veces subo a una silla para coger un libro , o me agacho para limpiar debajo de un mueble y entonces , por casualidad, mi mirada se cruza con un objeto , una de esas cosas , de esas cientos de cosas , que nos rodean en nuestros hogares , en nuestros trabajos y a veces ....solo a veces se produce el milagro. Quizás sea que la perspectiva las hace distintas o que sean mis ojos los que miran distinto, el hecho es que adquieren un entidad nueva, dejan de ser aquellas cosas familiares , a las que no damos la menor importancia, las que limpiamos a diario , utilizamos a diario, olvidamos a diario....esas cosas sobre las que nuestra mirada se desliza indiferente...esas cosas que de tanto verlas se nos borran... y descubrimos una belleza que se nos ocultaba . Esos pisapapeles que hemos reunido, sin saber bien como, se transformas en planetas ignotos , mundos por descubrir y solo queda de su vida anterior un vago reflejo de una realidad que se nos escapa. El almirez que tu abuela se empeño que te llevaras ..."hija lleva tanto tiempo en la familia ...ya mi madre y la madre de mi madre majaba los aliños en él" y que has dejado como adornos sin sentido encima de cualquier estantería olvidada, son de pronto abismos a los que te asomas con curiosidad y con cierto miedo y en los que descubres un refinado esteticismo tan baldío, tan frío como sorprendente. Los collares que esperan aparcados en tu cómoda son, en un momento mágico, sofisticadas creaciones de un artista anónimo y exquisito. Entonces coges la maquina y haces fotos, sin saber muy bien si la cámara va a mostrar lo que tus ojos apenas creen , lo que tus palabras nunca explicaran ....




martes, 10 de marzo de 2009

Cosas







martes, 3 de marzo de 2009

Oscuridad


Él se fue. El ruido del portazo tembló durante unos segundos en el aire gélido de la estancia. María, sola por fin, abrió de par en par las ventanas. La noche, tibia y familiar, se fue colando poco a poco en la habitación. Invadió rincones bañándolo todo con su silenciosa oscuridad espesa y pegajosa...expulsando hasta el último vestigio de luz. La mujer se preguntó cómo había podido aguantar la presencia masculina tantos años, cómo había resistido su egoísmo... y sobre todo, cómo había podido soportar el ruido, ese ruido constante que rodeaba al hombre donde quiera que estuviera. Por fin podría sumergirse en el silencio. María se arrebujó perezosamente en su chal bordado. Estaba absoluta, definitivamente sola. Este pensamiento rondó perezoso por las infinitas células de su cerebro llenándolo de una agradable melancolía. La oscuridad, cada vez más espesa, cada vez más pegajosa, rodeaba, silenciosa y acariciante, la pequeña figura compacta. Rodeada de silencio se dio cuenta de lo agradable que era sentir la ausencia de luz, de dolor, de todo.....perderse de sí misma.... no ser; caer despacito, despacito en una nada llena de tibieza y negritud; dejar de soñarse para fundirse con aquella agradable, espesa oscuridad. La noche, sin hacer caso, seguía derramándose en torno a la mujer. María sintió cómo invadía sus últimos reductos....los más íntimos...los más desconocidos. Sus músculos, sus huesos empapándose de noche se iban haciendo blandos...inconsistentes...absolutamente irreconocibles. La noche, con la batalla casi ganada, se introducía hacia ignotos recovecos, hacia mucho más adentro. La mujer, ganada ya para la oscuridad, se fue abriendo... extendiéndose... definitivamente invadida....totalmente colonizada por las sombras.

jueves, 26 de febrero de 2009